El campus como trampolín político

La política y la Universidad de Alicante mantienen desde hace años una relación intensa. El cenit se alcanzó en la etapa de Andrés Pedreño a raíz de la segregación forzosa de centros y facultades para crear la Universidad Miguel Hernández de Elche, decretada por la Generalitat que presidía Eduardo Zaplana. Se vivieron unos años de tensión y relaciones convulsas entre la Administración pública valenciana, en manos del PP, y la institución. El equipo rectoral de aquella época se erigió en máximo valedor y defensor de la autonomía universitaria. Tras la dimisión de Pedreño, Salvador Ordóñez asumió el rectorado con el objetivo de restablecer las relaciones institucionales. No obstante, fue un periodo complicado y de recelos continuos por ambas partes. En esta etapa la figura de Roque Moreno fue adquiriendo un notable peso y protagonismo. Además de haber sido la persona de máxima confianza de Ordóñez durante su campaña electoral, fue el mentor de constituir, junto a otros profesores, el CODU (Club de Opinión y Debate Universitario) un lobby, muy próximo al PSPV y al sindicato UGT, que ha ido sumando adeptos de distintas facultades y centros, y que han ido copando puestos de responsabilidad en algunos vicerrectorados. El Consejo de Alumnos, presidido por Luis Marco, de Campus, también se convirtió en una plataforma cómplice de las actividades que organizaban. Moreno alardea, en la actualidad, de liderar una de las familias más importantes en el PSPV local al haber conseguido afiliar durante estos últimos años a más de cien personas del campus, entre profesores y personal de administración y servicios.

"Parece más un claustro que una reunión de partido", comentaba un dirigente veterano

El ex vicerrector alardea de haber afiliado a más de 100 personas en la universidad

De hecho, en la asamblea del PSPV en la que fue elegido secretario general un veterano dirigente socialista, comentaba "parece más un claustro que una asamblea del partido", al ver a Salvador Ordóñez de presidente de mesa, y a un nutrido grupo de docentes y decanos entre el público.

Poco después de ganar las elecciones generales, la presencia del nuevo presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en la apertura del curso académico en octubre de 2004, supuso un revulsivo y un aliciente para ellos. Meses más tarde, Moncloa llamó al rector Salvador Ordóñez para que asumiera la secretaría general de Universidad en el ministerio con el objetivo de restablecer las relaciones entre los rectores que se habían visto muy deterioradas a raíz de la tramitación de la LOU.

La marcha de Ordóñez a Madrid provocó que se convocaran elecciones a rector, en las que ganó la candidatura de Ignacio Jiménez Raneda. Una persona que presentaba un perfil mucho más técnico y académico que político. Toda hacía pensar que la política en el campus quedaría relegada a un segundo plano, y que el mandato sería mucho más tranquilo.

Sin embargo, el CODU seguía trabajando. La celebración en Alicante en julio pasado de la JUSY, la asamblea anual de las juventudes socialistas europeas, que reunió a miles de jóvenes socialistas y trajo hasta a Alicante a siete ministros socialistas y al propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y al secretario de Organización del PSOE, José Blanco, parece que fue "clave" en vísperas de la convocatoria de la asamblea del PSPV de Alicante para la elección de un nuevo secretario local. Toda la prensa, y la propia dirección socialista en Valencia daban por seguro que el senador, Antonio García Miralles, presidente entonces de la gestora provisional del PSPV de Alicante, sería el candidato de Joan Ignasi Pla para el cargo. Sin embargo, el domingo en el que se clausuraba la JUSY, con la presencia de María Teresa Fernández de la Vega, Pla y Roque Moreno hablaron por teléfono para cerrar la operación. En tan sólo una semana, el hasta entonces vicerrector de Relaciones Instituciones y Cooperación sería elegido flamante nuevo secretario local del PSPV de Alicante.

En la nueva ejecutiva socialista dos personas, que todavía tienen cargos de responsabilidad en el equipo de Raneda, han asumido un gran protagonismo. Gaspar Hernández, técnico superior en la Oficina de Cooperación y Relaciones Internacionales, asume la vicesecretaría segunda del PSPV y es mano derecha y estrecho colaborador de Moreno; Pamela Stoll, directora del secretariado de programas internacionales y movilidad, ostenta la secretaría de Universidades y Nuevas Tecnologías en la dirección socialista. En el equipo rectoral, tras estos cambios, las fuerzas entre el CODU y otras sensibilidades siguen igualadas, pero la proximidad de las elecciones municipales hace pensar que algunos cargos universitarios saltarán a la arena política.

En medio de este terremoto político, la ex vicerrectora de Estructura y Desarrollo Institucional, Isabel Lifante, recordó que había adquirido el compromiso de permanecer en el equipo sólo dos años, hasta el mes de diciembre, para poder dedicarse a su labor docente e investigadora en la facultad de Derecho, y pidió al rector poner fin a cinco intensos años de gestión. Este vicerrectorado desaparece como tal, y sus competencias las asume la Secretaría General.