El despotismo y los caprichos de una dama sofisticada
Entretenimiento y buen cine se apreció ayer en la Mostra con la proyección de El diablo viste Prada, la adaptación cinematográfica de la novela homónima, best seller autobiográfico de Lauren Weisberger, ex asistente de Anna Wintour, la sofisticada y poderosa editora de la celebre revista Vogue, cuyos caprichos y despotismo le hicieron meritoria de su apodo: "el diablo". Una impecable Meryl Streep es su alter ego en el filme, en versión norteamericana y más condescendiente. "Me he divertido 'robando' ciertas actitudes de los jefes que he tenido a lo largo de mi vida, a pesar de que todos ellos han sido hombres", admitió la oscarizada actriz, quien bromeó: "Me agrada el mundo de la moda. Pero si tuviese que escribir mi autobiografía, de seguro la titularia: El diablo viste andrajos".
La trama narra las desaventuras de Andy (Anne Hathaway), una joven determinada a encontrar su puesto en este oficio de pasarelas, donde el mal humor puede significar el final de su prometedora carrera. Miranda, la legendaria editora de la revista de moda más vendida de Estados Unidos, considerada la Biblia de aquel mundo, es su jefa. Marca tendencias, despierta admiración pero también infunde temor, y es venerada por todos. Excepto por Andy, agobiada por sus exigencias y su carácter implacable. Con esta entrega, Hathaway, jovial y atractiva, ha dejado atrás su etapa de promesa y se afianza como una firme realidad. "Para mi la moda es sólo un hobby, aunque siempre trato de lucir bien", explicó. "Me gusta el design y el modo en que los artistas aplican su fantasía. Pero considero que el vestuario es sólo la armadura detrás de la que nos escondemos".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
“Robe me enseñó a amar y también a quemarlo todo”: miles de personas lloran y despiden al músico en Plasencia
La restauración según Kast: entre orden, mercado y tradición
Un testigo del atentado en la playa de Sídney: “Vi un cerebro en el suelo, sangraba mucho”
China rememora la masacre de Nanjing en medio de crecientes tensiones con Japón
Lo más visto
- Guardiola elimina la prohibición de que los jefes de servicio de la sanidad pública ejerzan en la privada y sube un 59% la derivación de pruebas
- Sin duchas ni camas adecuadas, y con obras en marcha: así estrenaron 30 niños extranjeros el centro de acogida de La Cantueña de Ayuso
- Los 50 mejores libros de 2025
- Rusia eleva la presión sobre la UE con una demanda para evitar que financie a Ucrania con sus activos congelados
- El jefe de la misión de rescate de María Corina Machado: “Fue una de las operaciones de mayor riesgo en las que he participado”




























































