Camarero-reliquia neoyorquino

Ser camarero profesional no es común en Nueva York. La política de bares y restaurantes es no pagar sueldo y quienes atienden a la clientela viven simplemente de las propinas, que se convierten así en algo obligatorio para el cliente. Son raros los lugares en que se contrata a profesionales del cóctel mucho más raro es ver a ancianos detrás de la barra puesto que suele ser territorio exclusivo de la gente joven. Pero el camarero neoyorquino de origen chino Hoy Wong es una de las escasas excepciones. Esta semana cumplió 90 años pero eso no le impide seguir agitando la coctelera en el hotel Algonquin para el que lleva trabajando 27 años. Por su barra han pasado desde John Lennon a Henry Kissinger y antes de eso Wong también sirvió en otros hoteles exclusivos a estrellas como Humphrey Bogart. El Algonquin está orgulloso de poder contar aún con este camarero-reliquia y por eso el pasado martes le organizó una fiesta de cumpleaños con más de 300 invitados. Wong es, probablemente, el camarero más viejo de la ciudad. "¿Piensa usted jubilarse algún día?" le preguntó la prensa. "La verdad es que no pienso en eso. Sólo tengo 90 años, no soy tan viejo".

Tras abandonar su Hong Kong natal en 1940 huyendo de la invasión japonesa, viajó a Estados Unidos para acabar instalándose en Nueva York en 1948. Lleva sirviendo copas desde entonces. Comenzó en restaurantes y hoteles en la década de los cuarenta, cuando el propio Wong aún era bebedor y fumador. Hace 30 años que abandonó ambos vicios y hoy afirma sentir debilidad sólo por las mujeres.

Judy Garland y Marilyn Monroe fueron algunas de las celebridades a las que conoció agarradas a la botella o simplemente, saboreando un buen whisky. "A Judy Garland le gustaba mucho el alcohol" recuerda Wong. El camarero no aparenta en absoluto la edad que tiene y sigue haciendo turnos de ocho horas como si tuviera 30 años menos. "El único secreto para mantenerse joven es no beber, comer sano, echarse la siesta y hacer ejercicio". Palabra de nonagenario.