Vera no pisará más la prisión, pero estará sometido a controles

El ex secretario de Estado para la Seguridad Rafael Vera, condenado por el caso de los fondos reservados, se ha despedido del Centro Penitenciario de Segovia al pasar al tercer grado o régimen abierto, lo que es efectivo desde el lunes de la semana pasada. No pisará más la prisión, aunque será sometido a controles personales y telefónicos.

La Dirección General de Instituciones Penitenciarias, dependiente orgánicamente del Ministerio del Interior, del que es titular Alfredo Pérez Rubalcaba, ha acordado respaldar la decisión de la junta de tratamiento del centro, adoptada por unanimidad, concediendo el tercer grado a Vera. Este acuerdo se ha comunicado al Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Valladolid y a la Fiscalía, que es el órgano judicial que podría recurrirlo, aunque fuentes judiciales no han querido pronunciarse sobre el asunto.

Desde el 16 de febrero del año pasado, el que fuera secretario de Estado permanecía en un módulo aislado del resto de los internos debido a los cargos políticos que había ostentado, una situación de soledad que le había minado su estado psíquico principalmente, según fuentes del centro. Vera había adelgazado, padecía problemas de audición y estaba afectado por una fuerte depresión, debido también al estado de salud de su esposa. Tan sólo estuvo acompañado mes y medio por el ex director de la Policía, José María Rodríguez Colorado, condenado a seis años en el mismo caso, que pasó a tercer grado el 22 de abril de 2005.

Debido al estado de salud de Vera, la sección quinta de la Audiencia de Madrid -el mismo tribunal que le condenó a siete años de prisión- había tomado el pasado 7 de junio la decisión de flexibilizar su régimen de internamiento, con salidas que últimamente se prolongaban de sábado a jueves, lo que le permitía dormir en su domicilio con control telemático y escolta.