La Unió exige mejor gestión del agua en la cuenca del Segura

La cuenca del río Segura lleva agua en los tramos altos, pero a partir de la presa de Ojós el caudal se reduce y el río está seco. Decenas de afiliados a la Unió de Llauradors aprovecharon ayer el mercadillo que se celebra en Guardamar del Segura para repartir unos folletos y denunciar la mala gestión del agua en esta cuenca. Los agricultores reiteraron sus denuncias sobre desvío de agua de uso agrícola hacía fines inmobiliarios.

Ernest Blasco, responsable de la Unió en Alicante, acompañado por unos 25 afiliados, recorrieron ayer el mercadillo que se celebra cada miércoles en Guardamar del Segura para repartir hojas informativas en las que expresaban su malestar "ante la problemática del agua en la Vega Baja del Segura". Los agricultores denunciaron públicamente "el abandono al que la Confederación Hidrográfica del Segura está sometiendo a la comarca". Según la Unió serían necesarios entre 4.000 y 5.000 litros de agua por segundo para garantizar un caudal ecológico, y en estos momentos desde la presa de Ojós el cauce del río queda esquilmado. Los manifestantes recordaron el informe elaborado por el Fiscal Decano de Medio Ambiente del TSJ de Madrid en 2004 el cual contiene suficientes datos y conclusiones sobre los conocidos como robos del agua. Los agricultores denunciaron la "connivencia" del presidente Francisco Camps, de la Generalitat, con su homólogo de la Región de Murcia Ramón Luis Valcárcel para mantener esta situación.

El portavoz del Bloc Nacionalista en Alicante, Antoni Arques, acudió ayer a esta concentración para exigir la restitución de los caudales que por derecho histórico corresponden a la huerta, así como que se ponga fin al robo de agua en la cuenca del río Segura y la depurada sea devuelta al cauce del río para su reutilización prioritaria en la agricultura tradicional. El Bloc responsabiliza de esta situación a Eladio Aniorte de Asaja, al presidente de la Junta Central de Usuarios Andrés Martínez y a la patronal alicantina por su disposición a favorecer "los grandes intereses urbanísticos encerrados en posturas radicales. Martínez tendrá ahora difícil construir su campo de golf de 36 hoyos y macro urbanización en Villena" dijo Arques.