Conmoción en la sanidad madrileña

Aunque eran conocidas sus relaciones con el deporte de élite -"y hematología y ciclismo son dos palabras que, cuando van juntas, despiertan muchas suspicacias en la medicina", explica un alto cargo de la Consejería de Sanidad de Madrid- la noticia de la detención de José Luis Merino Batres ha caído como una bomba en el mundo sanitario de la capital.
Merino Batres es un hombre conocido y reconocido en la sanidad madrileña. Fue gerente del Centro de Transfusión de la Comunidad de Madrid entre 1994 y 2001, el organismo que gestiona cada año cientos de miles de unidades de sangre y derivados para los hospitales públicos de Madrid. Cuando dejó el cargo regresó a su plaza de hematólogo en el hospital de La Princesa, al que ayer no pudo acudir debido a su arresto.
En este centro trabaja por la mañana y por la tarde se dedica al laboratorio privado que tiene la calle de Zurbano de la capital. "Es uno de los más prestigiosos de Madrid. Muchas mutuas y empresas aseguradoras trabajan con él. El negocio le iba viento en popa", explicó un colega de otro hospital público.
Quienes han trabajado y negociado con él, como los sindicatos del Centro de Transfusiones, tienen un buen recuerdo: "Es quizá el mejor gerente que hemos tenido. Tiene capacidad de mando y negociación, y conoce muy bien su campo de trabajo. No olvidemos que ha dirigido el Centro con gobiernos del PSOE y del PP", dijo un miembro del comité de empresa de este organismo.
¿Qué va a pasar ahora? Esta es la pregunta que recorrió ayer todos los estamentos de la medicina madrileña. Y otra aún peor: ¿Va a saberse algo comprometedor para él y para el Gobierno madrileño?
Los portavoces de la Consejería de Sanidad y el hospital de La Princesa lo descartaron ayer. "Aquí es un hematólogo más del que nunca se ha destacado otra cosa que su buena labor profesional", afirmó la dirección del hospital. "Fue un buen gerente del Centro de Transfusiones durante siete años y ha dejado un gran legado en el organismo", comentó un portavoz de Sanidad.
Ambos organismos descartaron adoptar ninguna medida cautelar con Merino Batres. "Quedamos a la espera de lo que diga la justicia", añadieron.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma

Archivado En
Últimas noticias
La doctrina Monroe, un cheque en blanco para el intervencionismo de EE UU en América Latina
Los Mossos y la Guardia Civil registran la sede del laboratorio señalado por la fuga de peste porcina
El ministro Puente se reafirma en sus ataques contra Eduardo Madina mientras crece el malestar en el PSOE
El jefe de redes de Vox presenta su dimisión tras ser denunciado por acoso sexual a un militante cuando era menor
Lo más visto
- La población de pumas de la Patagonia se dispara gracias a una presa inesperada: los pingüinos
- El Supremo ordena al ex fiscal general el pago de la multa y la indemnización a la pareja de Ayuso que le impuso al condenarle
- El Gobierno de Mazón pagó 107 millones de euros más a Ribera Salud al aumentar su aportación por ciudadano
- Carlos Alcaraz y Ferrero rompen tras siete años: “Llegan tiempos de cambio para los dos”
- Sánchez, contra la Comisión Europea: “Es un error histórico” el paso atrás con los coches de combustión




























































