El sector del libro explica en la Cámara los perjuicios del préstamo de textos

Representantes del Gremio de Editores de Euskadi, la Asociación de Editores en Lengua Vasca y la Cámara del Libro comparecen hoy ante la Comisión de Educación del Parlamento para explicar las, a su juicio, nefastas consecuencias que tendría para el sector el sistema de préstamo de libros de texto que está analizando el Ejecutivo. Están conformes con su gratuidad en la enseñanza obligatoria, pero abogan por un sistema de cheques o algún otro mecanismo que no reduzca su facturación.

El Departamento de Educación, que encabeza Tontxu Campos, se halla pendiente de presentar, a instancias del Parlamento, un nuevo modelo para la financiación de los libros de texto, que incluirá su gratuidad en la enseñanza obligatoria a través del citado sistema de préstamo. Con esa fórmula, los libros pasan a ser propiedad del colegio, que los cedería a los alumnos de forma sucesiva durante cuatro años.

Distintas asociaciones y representantes del sector editorial en Euskadi han expresado en numerosas ocasiones su preocupación por los planes gubernamentales, ya que, aseguran, el sistema de préstamo reduciría a la cuarta parte la venta de textos.

Advierten además, de que este sistema golpearía con dureza a todo el sector del libro, pero en especial a la edición de textos en euskera, ya que tiene "una fuerte dependencia" de los libros de enseñanza no universitaria. En concreto, suponen el 40% de la producción de libros en este idioma y casi el 70% de la facturación, según datos de la Asociación de Editores en Lengua Vasca.

Los profesionales del libro opinan que el sistema "más neutro" para decidir la gratuidad de los textos es el llamado cheque-libro, pero están abiertos a otras opciones, como una rebaja en el Impuesto de la Renta. Por ello, más de un mes después de haber solicitado su comparecencia ante la Comisión de Educación, pedirán hoy a los grupos parlamentarios que tengan en cuenta su opinión y analicen soluciones conjuntamente con ellos que eviten que su facturación se hunda.

Cada familia desembolsa por cada hijo al comienzo del curso escolar entre 180 y 230 euros sólo en libros de texto. Su gratuidad, en diferentes grados, ya es una realidad en siete comunidades autónomas y en Álava.