Medio Ambiente estudia permitir la pesca deportiva en el río Guadiamar

La Consejería de Medio Ambiente considera "factible" levantar la restricción a la pesca deportiva en el río Guadiamar, que se estableció después del vertido minero ocurrido el 25 de abril de 1998. Esta autorización, en cualquier caso, se limitaría a "la pesca sin muerte" y con una veda de abril a junio para evitar interferencias con la recuperación de la fauna piscícola "hasta que alcance el óptimo poblacional".

En vísperas del octavo aniversario de la mayor catástrofe ambiental ocurrida en Andalucía, la Consejería de Medio Ambiente difundió un resumen de los trabajos de investigación que se desarrollan en el corredor verde del Guadiamar, que "confirman una mejora ambiental tanto del río como de su área de influencia". El corredor verde se declaró en 2003 primer paisaje protegido de Andalucía, una vez finalizados los trabajos de restauración. El programa de seguimiento que se realiza incluye estudios sobre suelos, vegetación, aguas y fauna.

En cuanto a las aguas, se vuelve a poner de manifiesto que los "mayores impactos de contaminación" en el Guadiamar proceden de la industria del aderezo de aceitunas y no de efectos "residuales" del vertido de Boliden. La contaminación industrial "impide por el momento la plena recuperación ambiental del río".

Los suelos, según estos estudios, muestran una reducción del contenido de azufre y de otros elementos (cinc, cobre, cadmio, plomo y arsénico) hasta situarse por debajo de los umbrales admisibles. El seguimiento de los sedimentos fluviales ha permitido observar que la cuenca del Guadiamar "no está funcionando como colector de contaminantes metálicos de origen minero".

La mayoría de los investigadores constatan una recuperación de las especies a partir de 2001 hasta 2004 cuando se entra en una fase "de normalización". Destacan la recolonización de mamíferos como la nutria, anfibios como la rana común que habían desaparecido por completo y reptiles. Aunque se considera "notable" la recuperación, los estudios de seguimiento consideran que "aún posee un nivel de calidad inferior a lo que naturalmente le corresponde".