Blair logra el apoyo de los Comunes para introducir el carné de identidad

El Gobierno de Tony Blair parecía anoche encaminado a lograr el apoyo de los Comunes a la ley que introducirá el documento nacional de identidad (DNI) sin que ésta quede mutilada por las exigencias de la oposición y de los rebeldes laboristas. El Gobierno aceptó de entrada una de las enmiendas introducidas en su día por la Cámara de los Lores por la cual el DNI sólo podrá ser considerado obligatorio si el Parlamento aprueba una nueva ley que así lo disponga.

Esa ley, y ése es el punto clave, deberá tener el visto bueno de las dos cámaras, lo que hoy en día sería imposible. Salvado ese primer escollo, que la Cámara baja aprobó sin necesidad de recurrir a una votación nominal, empezaron luego a votarse manualmente las enmiendas más controvertidas.

El Gobierno ganó la primera y quizá más importante de la noche, por la que aquellas personas que quieran obtener el pasaporte para poder viajar al extranjero recibirán al mismo tiempo el DNI. Los Lores habían enmendado este apartado de la ley por entender que era una manera de introducir la obligatoriedad del DNI por la puerta de atrás. Los Comunes han vuelto a respaldar al Gobierno sobre este controvertido aspecto, por lo que el proyecto de ley deberá volver de nuevo a la Cámara alta antes de poder convertirse en ley.

Al cierre de esta edición quedaban aún por votar algunas enmiendas, aunque de menor calado político. Entre ella figura la supresión de la propuesta de los lores de que la ley no entre en vigor hasta que se haga un estudio independiente sobre su coste.

En caso de aprobarse, el DNI incluirá no sólo la huella dactilar sino el iris de los ojos. Muchos británicos se oponen a la introducción del DNI porque temen que los datos sobre su identidad, acumulados en los ordenadores del Estado, puedan ser accesibles a terceras personas. El Reino Unido introdujo una especie de DNI obligatorio durante la II Guerra Mundial pero lo suprimió en 1952 porque se consideraba innecesario y había habido roces con la policía por la facilidad con que lo solicitaba para hacer identificaciones.