Homenaje emotivo

Reivindicaba ayer mismo una lectora en la sección de Cartas al director de este periódico la figura de Martín y Soler, señalando la admiración que el propio Mozart le profesaba, como se deduce de la introducción en Don Giovanni de un pasaje de Una cosa rara. Les confieso que al escucharlo en la preciosa versión para cuarteto de cuerda de la ópera del compositor valenciano me produjo un escalofrío de emoción.

Es el único de los cuatro conciertos del ciclo del Círculo de Bellas Artes sobre Mozart y Martín y Soler, que está dedicado íntegramente al valenciano, pero tal vez por ello la presencia de Mozart se hace más poderosa al ver su música incrustada en la de su colega y compañero de billar que, todo hay que decirlo, triunfaba con Una cosa rara en Viena por encima de Las bodas de Fígaro, cuando ambas estaban simultáneamente en cartel.

El Cuarteto Canales realizó una lectura galante, dulce, elegante. Se cumplían, según ellos, anteayer justamente 200 años de la muerte del compositor. Otras versiones apuntan a que ese señalado día es el 11 de febrero. No vamos a discutir por ello. Pero sí señalar que la soprano Elena de la Merced estuvo estupenda en su participación vocal de la ópera Andrómaca, cuya versión para cuerda y voces tiene la indicación "per uso di SAR Príncipe d'Asturias".