Dos centros de control de Galileo

Dos de los centros de control de la constelación de satélites Galileo para posicionamiento estarán finalmente en España. El Consejo de Ministros de la Unión Europea acordó ayer el reparto geográfico de seis sedes del proyecto -en el que participan ocho empresas, dos de ellas españolas- con el que pretende acabar con el monopolio estadounidense del sistema GPS.

La ubicación de los dos centros españoles, que serán gestionados por Hispasat y AENA, aún no está decidida, como informó la ministra española de Fomento, Magdalena Álvarez tras el consejo europeo. "La industria, tanto AENA como Hispasat, analizarán las características que ofrecen los lugares donde se pueden instalar, y donde se pueda prestar un mejor servicio al proyecto y al ciudadano", explicó la ministra.

La sede central de Galileo estará en Toulouse (Francia) y Alemania, Reino Unido e Italia albergarán los otros centros. En España, una de las sedes se dedicará a la navegación aérea y a la seguridad de vidas humanas (como el tráfico de pasajeros y el seguimiento de mercancías peligrosas), mientras que la otra se encargará del control y seguimiento de satélites.

El reparto de los centros operativos del sistema de posicionamiento por satélite mantenía hasta ahora bloqueado el proyecto europeo, que está previsto comience a funcionar a partir del año 2010. La ministra española estimó que el consenso logrado ayer desbloqueará definitivamente las negociaciones de Galileo y con ellas, el desembolso de los cerca de 550 millones de euros que la Agencia Europea del Espacio considera un aumento necesario para la actual fase de desarrollo.

El vicepresidente de la Comisión europea y responsable de Transportes, Jacques Barrot, destacó tanto la decisión de ayer como el lanzamiento del primer satélite (experimental) el próximo día 28 y el compromiso de las empresas del consorcio de dotarse de una institución jurídica en un plazo máximo de tres semanas. Se mostró asimismo convencido de que el programa funcionará a pleno rendimiento dentro de cuatro años. Para entonces, se habrán invertido 3.200 millones de euros en Galileo, un programa que, a diferencia del estadounidense, estará destinado a uso exclusivamente civil.