Irrupción en el bar a golpes de metralleta

Kamed, de 40 años, casado y con cuatro hijos, fue uno de los detenidos ayer acusados de financiar grupos terroristas islamistas. Kamed regenta desde 1998 una carnicería en la calle de Muñoz. Sobre las siete de la mañana, cuando su empleado Bouzian, un argelino que reside en España desde hace siete años, se disponía a abrir el negocio, un grupo de policías le interceptó. "Cuando vieron que no tenía nada me dejaron", relató ayer. Por la tarde, Bouzian pudo observar cómo su jefe entraba esposado a su negocio acompañado por los agentes y la juez de guardia.

El segundo punto que centró la actividad policial fue la plaza de Gabriel Miró. Los agentes irrumpieron en un bar y en un locutorio destrozando las cristaleras de las puertas a golpe de metralleta. Fue allí donde en 2001 la policía detuvo a uno de los lugartenientes de Bin Laden, el argelino Mohamed Bensakhira. Poco después, en la calle de San Francisco, los agentes arrestaron a punta de pistola a uno de los supuestos terroristas, Soufeyane, argelino de 27 años, cuando compraba en una pastelería. Malek Boudjeleda, propietario del establecimiento Alí Babá, relató el arresto: "Estaba en el aseo, cuando oí unos gritos. Salí y vi a dos agentes que apuntaban con su pistola al cliente".

En Granada, la operación comenzó hacia las cindo y media, cuando agentes de la Guardia Civil entraron en los domicilios de Abdelhamid Bouchema y su hermano Ahcen, en el número 4 de la calle de Fray Juan Sánchez Cotán, para llevárselos detenidos. Tras registrar ambos inmuebles, se dirigieron a sus respectivos negocios. Del de Ahcen, el taller mecánico Cartuja (en un descampado de la calle Julio Moreno Dávila), los guardias se llevaron un Peugeot 205 rojo al que habían retirado las matrículas. Abdelhamid regentaba un locutorio telefónico muy cercano.