Suerte y trucos de una cantante

LA MAYORÍA de las óperas serias de Rossini vive una nueva época dorada gracias al impulso del Festival de Pesaro. Semiramide, el mayor monumento del canto serio rossiniano, estrenado en 1823 en La Fenice, podrá verse en Barcelona en una coproducción de Pesaro y los teatros Regio de Turín, Real de Madrid y Liceo, con dirección de escena de Dieter Kaegi y musical de Riccardo Frizza. El montaje, con revisión musical de Alberto Zedda, se estrenó en 2003 en Pesaro y pudo verse en el Real en 2004. "Adoro el personaje de Arsace, pero creo que no es necesario interpretar la obra en una exhaustiva edición crítica que dura cuatro horas y media. El material recuperado, todos los recitativos, por ejemplo, tiene interés en una grabación, pero no en el teatro, donde la función se alarga innecesariamente", asegura Ewa Podles.

La contralto polaca recuerda con buen humor su primer Arsace. "Tuve que prepararlo en sólo tres días. Me encontraba en Trieste haciendo el Réquiem de Verdi y, en el vecino La Fenice de Venecia, Marilyn Horne canceló por enfermedad su actuación en Semiramide. Aunque sólo había cantado un aria, lo puse en mi currículo y en La Fenice vieron el cielo abierto al saber que tenían tan cerca una cantante desconocida que se sabía el papel. Me lo propusieron y yo, naturalmente, les dije que lo había cantado en mi país, y con éxito, claro".