De vértigo

Gran concierto de Tomatito. Esta vez él y su grupo sonaron de maravilla, en uno de sus conciertos habituales, quizá aquejados de que casi todo lo que tocan es rítmico y rápido, hasta el punto de que solamente hizo un título a solas con su guitarra, en el que nos regaló por cierto un toque estremecedor.

Por lo demás, todos hicieron un concierto de alto nivel, en el que destacaron -si se puede destacar a alguien- el violín de Bernardo Parrilla, el cante y el bajo de Diego Amador y el baile de Juan de Juan, además, por supuesto, de la guitarra del propio Tomatito, que hizo picados y rasgueados de vértigo. En una noche de inspiración, Tomatito se permitió verdaderas diabluras con su guitarra, en un repertorio completo de recursos más o menos vistos, pero de un efecto impactante.

Gran cante el que hizo por su parte El Pitingo. Brilló en las granaínas y en las bulerías que cerraron el espectáculo, en las que puso mucho personal y propio. Este cantaor tiene una voz laína y alta, que sabe llevar a grandes magnitudes con eficacia. En el concierto que comentamos fue de menos a más, terminando en medio de una cerrada ovación del público.