Cortes de libertad

Estos días han sido especialmente convulsos en lo que a protestas se refiere, lo que lleva a reflexionar sobre lo perjuicios que comportan para el resto de ciudadanos.

Los pescadores han cortado la entrada a los puertos, los consumidores podemos prescindir del pescado o conseguirlo por otros medios (congelado) pero lo que no se puede dejar es a personas abandonadas en sus cruceros sin poder entrar al puerto, esperarando pacientemente a que el conflicto se solucionara. El miércoles sufrí un atasco monumental en una vía que circunvalación de Barcelona, que es cortada sistemáticamente por los vecinos de una narcosala recién instalada. La policía municipal no se dignó a poner indicadores en las entradas de la vía para que se pudiera tomar un itinerario alternativo, y estuvimos más de una hora totalmente parados. ¿Dónde está la tolerancia? Seguramente la gente que visita una narcosala es la que tiene una más alta probabilidad de rehabilitarse, además me gustaría saber si ha habido algún incidente protagonizado por ellos desde la apertura.

Lo último han sido los cortes de tráfico de trabajadores de Seat el viernes que me llevan a pensar en por qué, como medida de protesta, no se limitan a no producir y no a trasladar su enfado en los demás.

Los cortes están de moda, pero creo que son limitaciones de la libertad de los demás que no se deberían permitir por un periodo prolongado, ya que causan un gran perjucio a los ciudadanos.