El Congreso pide anular el consejo de guerra al fundador de Unió

"Tuvo que huir de Cataluña por ser católico y fue asesinado por rezar en catalán". Así resumió ayer Josep Antoni Duran Lleida en el Congreso la tragedia vital y política de Manuel Carrasco i Formiguera, fundador de Unió Democrática de Catalunya (UDC), y fusilado en Burgos en 1938. El Congreso, a iniciativa de CiU, aprobó por unanimidad una proposición para restituir la memoria histórica del político catalán.

Dos hijos de Carrasco i Formiguera, Raimon y Rosa Maria, escucharon desde la tribuna de invitados la intervención de los portavoces sobre una proposición no de ley a la que el grupo socialista ofreció una enmienda transaccional, aceptada por CiU, en la que se insta al Gobierno a anular el juicio sumarísimo al que fue sometido Carrasco i Formiguera y a restituir su memoria histórica, dentro de las acciones que lleva a cabo la comisión interministerial para el estudio de la situación de las víctimas de la Guerra Civil y del franquismo.

Todos los portavoces lo cubrieron de elogios, incluido Manuel Atencia (PP), que habló de él como "referente político y moral". Intentó que su grupo votase sólo la mención personal al fundador de Unió, pero al no ser posible y pese a los reparos a parte de la proposición, su grupo acabó votándola, con la abstención del diputado Julio Padilla.

Daniel Fernández (PSOE) pidió consenso y "mirada compartida que nos proyecte al futuro" haciendo hincapié en los trabajos de la comisión interministerial.

Margarita Uria (PNV) advirtió de que es necesario cambiar la legalidad vigente si se quieren afrontar procesos de revisión; y Atencia, en nombre de PP, se aferró a esa imposibilidad y dejó sentado que su grupo "no es partidario del revisionismo histórico".