"Europa no puede ser sólo una zona de libre cambio"

Al acabar el viernes su último mitin de campaña, Jean-Claude Juncker (Redange sur Attert, Luxemburgo, 1954) se aproxima al único periodista extranjero en el pabellón de deportes de Am Sand, en la localidad de Niederanven, al norte de la capital. "Vamos a hacer como los españoles", le dice. Con una cerveza en una mano y un cigarrillo en la otra, Juncker atiende a quien se le aproxima, escucha sugerencias, quejas, ideas. En sus conversaciones, sorprende el detalle con el que explica lo ocurrido estos meses o cómo ha negociado cada cual en la UE, el club que él presidió desde enero hasta el pasado día 1. Miembro del Gobierno desde los 28 años, y primer ministro desde hace una década, tiene una gran popularidad que intenta rentabilizar hoy en una consulta de cuyo resultado depende también su futuro político.

Pregunta. Tras el no de Francia y Holanda, toda Europa está pendiente de Luxemburgo.

Respuesta. Me encantaría que los luxemburgueses se comportaran este domingo como lo hicieron los españoles en febrero. Es decir, que demuestren que son unos europeos convencidos y que apuestan por una Europa unida con un proyecto político común.

P. ¿Está seguro del sí?

R. En eso confío. Luxemburgo ha tenido unas enormes ventajas por pertenecer a la UE y eso debe ser tenido en cuenta. Ya hace tiempo que España se convirtió también en miembro de la UE y eso ha sido un éxito para España y para Europa, un gran valor para ambos. Por tanto, ¡viva España!

P. ¿Qué responde a quienes dicen que la Constitución está ya muerta?

R. Si los luxemburgueses se hubieran adelantado y hubieran votado no a la Constitución, ¿habrían anulado los franceses su referéndum? No. No sé qué estarían diciendo los mismos si también España hubiera dicho no... Pero España dijo sí. Ahora vamos a ver qué dicen los luxemburgueses. En todo caso, los españoles abrieron el camino con su sí proeuropeo y confío en que Luxemburgo estará con España, porque los dos países estamos convencidos y seguros de que Europa encontrará su camino correcto para el futuro.

P. Puesto que esta Constitución ya no podrá ser aplicada tal cual tras el no franco-holandés, ¿habrá que renegociarla?

R. Hay que hacerles esa pregunta a los franceses y a los holandeses y, si cuando estén preparados optan por esa vía, entonces habrá una renegociación. Pero, en ese caso, los países que hayan dicho sí, como mis amigos españoles, y espero que también los luxemburgueses, pueden estar seguros de que ganarán esa negociación, que la abordarán con ventaja. Los países que hayan ratificado esta Constitución habrán demostrado, como España y Luxemburgo, que tienen una ambición que comparten.

P. ¿Y cuándo podría entrar en vigor, una vez que la prevista fecha de noviembre de 2006 ya no es válida?

R. Ya dije tras la cumbre que no antes de 2009.

P. Tras el fracaso de la pasada cumbre europea, usted dijo que hay dos modelos en litigio sobre qué debe ser la UE.

R. Estoy totalmente de acuerdo con mi amigo y colega José Luis Rodríguez Zapatero cuando dice que Europa no puede ser sólo una zona de libre cambio. No. Europa debe perseguir su integración política. España, y seguro que también Luxemburgo, van a estar en la vanguardia de esa Europa futura.

P. Usted dijo que dimitirá si gana el no.

R. Suelo decir lo que pienso, pero en este caso fue un error político. Aun así, con un no yo no podría defender los intereses de los luxemburgueses en Europa.