Las llegadas en pateras descienden un 17% por segundo año consecutivo

El número de inmigrantes interceptados cuando intentaban alcanzar las costas españolas a bordo de pateras descendió en el primer semestre del año un 17% respecto al mismo periodo del año anterior, según los datos hechos públicos ayer por la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración. Esta cifra consolida la tendencia a la baja que se inició en 2004, año durante el que el número de extranjeros interceptados cayó un 18%.

Estos resultados, que la secretaria de Estado de Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, calificó de "claramente satisfactorios", son consecuencia de la brusca caída (un 46%) experimentada en el número de sin papeles llegados a Canarias. El archipiélago es la vía principal de llegada de los inmigrantes subsaharianos, que en la mayoría de los casos España no puede repatriar porque sus países de origen no los reconocen como ciudadanos. En concreto, la isla de Fuerteventura, el punto más cercano a las costas marroquíes y saharauis, ha registrado un descenso del 63%, porcentaje que supone 1.686 inmigrantes menos que en el primer semestre de 2004.

En cambio, en área del Estrecho, que engloba el litoral de Andalucía, Ceuta, Melilla y Murcia, las detenciones han aumentado un 24% (545 inmigrantes). Rumí recordó que "en su inmensa mayoría se trata de personas de origen marroquí que, en apenas unas horas, son devueltas a su país", en aplicación de los acuerdos migratorios vigentes entre España y Marruecos.

Las cifras proporcionadas por el Gobierno muestran los cambios de ruta adoptados por los traficantes para intentar burlar los controles del Sistema Integral de Vigilancia Electrónica (SIVE). Eso explica el aumento de las pateras detectadas en Gran Canaria (183%) y Tenerife (100%), islas en las que aún no ha sido instalado el SIVE. También, los incrementos en Melilla (900%) y Ceuta (450%).

La evolución en otros lugares, en cambio, parece inexplicable. Así, el aumento de personas interceptadas en Cádiz (61%), primera provincia en la que fue instalado el SIVE, o el descenso en Almería (60%), donde el sistema aún no ha entrado en funcionamiento.