En conciencia

Cuando elijo el colegio de mis hijos lo hago en conciencia. Porque yo soy su conciencia, mientras ellos no tengan una propia. Cuando decido ayudar a una causa, lo hago en conciencia, porque es mi conciencia la que se siente identificada con esa causa. Cuando tengo que negociar un contrato, lo hago en conciencia. Porque es mi negocio, y soy yo quien decide. Cuando decido mi participación, o no, en un acto, lo hago en conciencia, porque es a mí mismo y a mi propia conciencia a quien represento.

En nuestro sistema electoral, de listas cerradas, yo no puedo elegir a una determinada persona, sino a un partido, y más concretamente, a quien elijo es a los ideales que ese partido representa, con independencia de las personas que lo integran. ¿Por qué entonces, estas personas que nos representan tienen libertad de conciencia, de su conciencia? Nosotros no hemos elegido su conciencia, de hecho, en la mayoría de los casos, ni los conocemos. Lo que hemos elegido es a una persona que represente nuestros ideales. Ellos representan nuestra conciencia, no la suya.

Así que en adelante, cuando alguien diga "que voten en conciencia" por favor, que añada, "en la conciencia de los que le han elegido".