Fraga alerta contra "la peligrosísima aventura" de la coalición de izquierdas

Manuel Fraga no pierde la esperanza de recuperar la mayoría absoluta con el recuento de los votos de la emigración, pero ayer rebajó el tono triunfalista que había exhibido la noche electoral del pasado domingo. El presidente en funciones de la Xunta afirmó que está preparado para ejercer la "leal oposición" y alertó sobre las consecuencias de la "aventura peligrosísima" que, a su juicio, supondría un Gobierno de coalición entre el PSdeG y el BNG.

Fraga presidió ayer la reunión del comité de dirección del PP gallego en la que se analizaron los resultados de las elecciones del 19-J. La convocatoria sirvió para que el sector ruralista del partido, los de la boina, presumiese de sus resultados, muy superiores a los de las zonas urbanas dominadas por la facción rival, la que integran los seguidores del presidente nacional, Mariano Rajoy. El líder del PP de Ourense, José Luis Baltar -quien el pasado otoño amenazó con abandonar el partido por sus discrepancias con Rajoy-, hizo un repaso pormenorizado a los datos electorales en su provincia, la única en la que los populares mantuvieron su número de escaños y sobrepasaron la mitad de los votos emitidos.

Tras la reunión, Fraga evitó señalar ante los periodistas responsabilidades por el retroceso electoral. Aludió a factores locales, a la "campaña sucia" de la plataforma de artistas Burla Negra por su serie de documentales Hai que botalos y a las predicciones desfavorables de las encuestas. "Pero hemos sido el partido más votado con mucha diferencia", recalcó. En su comparecencia en la noche electoral, el presidente de la Xunta había vaticinado que el PP obtendrá el 70% de los sufragios de la emigración, suficiente para arrebatar al PSdeG el decisivo escaño de Pontevedra. Ayer explicó así ese pronóstico: "Evidentemente, no los hemos contado, pero la gente de allí nos dice eso. Los informes son muy favorables".

Pero Fraga también ofreció señales de que se está planteando su futuro para el caso de que se vea forzado a abandonar el poder. Anunció que si no logra la mayoría tras el recuento que se inicia el próximo lunes, continuará trabajando "desde la leal oposición". "Mientras pueda, seguiré haciendo algo por Galicia, dentro o fuera de cargos oficiales", manifestó. Fraga reveló que ha conversado en los últimos días con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega, aunque no quiso comentar el contenido de las conversaciones.

El líder del PP gallego señaló que su partido está revisando las actas de las votaciones en Pontevedra por si hubiera alguna anomalía. Consideró una "grave impertinencia" que se pueda discutir el derecho de los emigrantes a participar en las elecciones autonómicas, aunque admitió que el sistema de votación actual por correo "se puede perfeccionar".

Mientras, el diputado electo del PP por A Coruña José Manuel Castelao Bragaña, residente en Argentina, admitió que "no es imposible, pero sí muy difícil" que los votos del extranjero permitan a Fraga recuperar la mayoría absoluta. Castelao, que es presidente del Consejo General de la Emigración, criticó al candidato socialista, Emilio Pérez Touriño, por proclamarse vencedor, según Castelao, antes de que se realice el recuento de los sufragios del exterior. "Es como si esos votos no sirvieran para nada", declaró a Europa Press. Lejos de esta acusación, lo cierto es que Touriño declaró el lunes que "por respeto a los ciudadanos" no iba a entrar en conversaciones con el BNG para formar Gobierno hasta que los resultados sean oficiales.