El Consejo de Guardianes ordena un recuento parcial

Las persistentes quejas de los reformistas sobre el escrutinio del viernes llevaron ayer al Consejo de Guardianes (el órgano de supervisión electoral) a ordenar un recuento parcial, que concluyó anoche sin encontrar irregularidades. El resultado permite que los dos finalistas, Alí Akbar Hashemí Rafsanyani y Mahmud Ahmadineyad, hagan campaña hoy y mañana, y la segunda vuelta se celebre el próximo viernes, tal como deseaba el Consejo.

"El Consejo de Guardianes considera necesario el recuento de algunas urnas de Teherán, Isfahán, Qom y Mashad para estudiar cuidadosamente los resultados", anunció la televisión estatal. La revisión se limitó a un centenar de urnas, elegidas de forma aleatoria. Se trata de una pequeña proporción de las 41.021 urnas que se utilizaron en todo el país. Algunos observadores señalaron que además no se revisaron las de áreas remotas donde es mayor el riesgo de fraude. Pero las quejas de los candidatos reformistas no se refieren tanto a trampas en las urnas como a compra de votos e intimidaciones.

"Ha habido una ingerencia de órganos de las fuerzas militares antes y después del voto, lo que pone en duda la honestidad de la elección", declaró el excluido Mostafa Moin a través de un portavoz. Según este candidato, la campaña del ultra Ahmadineyad, que contra todos los pronósticos quedó segundo en la votación, movilizó a 300.000 militantes islamistas para lo que contó con 140.000 millones de riales (unos 12,7 millones de euros).

Otro candidato, el hoyatoleslam Mehdi Karrubi, había asegurado que "millones habían cambiado de manos" en las horas anteriores a la elección. El domingo, Karrubi envió una carta al líder supremo en la que, con un tono inusitadamente duro, hablaba de una operación "próxima al golpe de Estado". El poder judicial (en manos de los conservadores) cerró ayer los dos periódicos reformistas que la publicaron.