El Unicaja aguanta en su semifinal de la Liga ACB

El Unicaja no ha querido abandonar la competición por la vía rápida. Tras dos partidos calamitosos en Vitoria, anoche aplicó toda la resistencia de la que fue capaz y logró su primer punto en la eliminatoria después de dos prórrogas. Ganó por desgaste y porque en el segundo periodo de prolongación puso un entusiasmo hasta entonces desconocido en la ronda, quizá espoleado porque hasta en dos ocasiones tuvo el encuentro perdido.

Primero se vio derrotado cuando el Tau se le adelantó con ocho siete puntos (59-58) a falta de cinco minutos. Parecía una renta demasiado amplia para la apretura que hasta entonces había llevado el partido, que siempre se movió en marcadores cortísimos y en la que ambos equipos se alternaron en la delantera. Pero sobre todo porque para entonces Unicaja se había atascado alarmantemente en ataque y empezaba a dar la sensación de que ya no le quedaban más armas que emplear.

Para hacer funcionar a su equipo, muy empequeñecido ante el Tau en los primeros dos partidos, Sergio Scariolo utilizó un sin fin de variantes, con constantes cambios en defensa.

Ayer Unicaja se mantuvo en el encuentro por su juego interior, con un invitado nada esperado, Kriss Lang, relegado hasta entonces a un papel testimonial y que se despachó 21 puntos, dos menos que el otro héroe local, Stephan Risacher. El Tau apenas notó las ausencias de José Manuel Calderón y de Nicholas.

El partido lo equilibró el Unicaja jugando los últimos minutos sin pívot, sólo Garbajosa que juega alejado del aro, pero así encontraron los jugadores espacios para romper la defensa que hasta entonces parecía impenetrable del Tau.