Ocho años de batallas y victorias judiciales

Salvem el Benacantil se constituyó en agosto de 1997. "Nos van a meter grúas y torres en el castillo", recordó Francisco Huesca, uno de los promotores de esta plataforma cívica que consiguió reunir 17.000 firmas de alicantinos contrarios a la iniciativa del alcalde, Luis Díaz Alperi, del PP, de construir un Palacio de Congresos en la ladera del Monte Benacantil, conjunto histórico-artístico coronado por la fortaleza de Santa Bárbara. A la asamblea constitutiva, que se celebró en los minicines Astoria del Barrio, acudieron más de 100 personas. "Es una plataforma irrepetible", comentó Huesca, que recuerda la labor del ex alcalde socialista José Luis Lassaletta, que fue uno de los primeros en oponerse. Fueron años de muchas reuniones y tensiones. Fueron recibidos por el Consell Valencià de Cultura, emitieron decenas de comunicados y sobre todo emprendieron una batalla judicial, a título individual algunos de los miembros, que concluyó con tres sentencias favorables del Tribunal Superior de Justicia. La última, hace un mes, no sólo prohibía el palacio en el monte, sino cualquier otra construcción y, además, declaraba nulas todas las resoluciones administrativas (del Ayuntamiento y Consell) acordadas para levantar la dotación en la ladera del Benacantil. Para Huesca, la intervención de los vecinos en el pleno municipal fue decisiva. "El alcalde entendió ahí que no podría construir el Palacio y destruir un pulmón verde en el centro de Alicante". Los promotores consideran que el apoyo de algunas asociaciones de vecinos ha sido fundamental en una plataforma que ha cumplido su misión y que en estos momentos plantea su disolución, aunque Huesca es partidario de "continuar para velar por los intereses del monte".