Preocupación latente

La percepción que los inversores tienen de la actual coyuntura económica se ha complicado con los bandazos del precio del petróleo y sus consecuencias más inmediatas, entre ellas las presiones inflacionistas y el temor a una subida de los tipos de interés, agravada por las advertencias del BCE sobre el exceso de liquidez del sistema.

A pesar de ser un dato poco significativo en sí mismo, hay para los inversores un antes y un después del resultado de las ventas al por menor del pasado mes de marzo en Estados Unidos, confirmado ayer por el dato de las ventas empresariales en febrero que bajaron el 0,4%, la mayor caída en dos años.

Los inversores estadounidenses han mostrado su preocupación por la debilidad del consumo y ayer el índice Dow Jones de valores industriales perdía el 0,94% a media sesión, con lo que en dos días acumulaba un descenso provisional del 1,98%.

Los inversores europeos, que en las últimas sesiones casi se habían olvidado de Wall Street ante las respuestas urgentes que exigía la evolución diaria del precio del petróleo, han vuelto a mirar de reojo aquel mercado y a tomar nota de la actitud de sus homónimos estadounidenses.

El Ibex 35 y el índice general de la Bolsa de Madrid cedieron ayer el 0,10% en una sesión en la que los pequeños inversores se preguntaban por la notable ausencia de actividad institucional.

La contratación en el Mercado Continuo descendió hasta los 2.201,21 millones de euros, de los que las operaciones institucionales aportaron sólo 130 millones, una de las cifras más bajas de los últimos meses.

La relativa calma de las bolsas europeas estaba apoyada al 50% en las expectativas de crecimiento de la eurozona que, aun siendo débiles, todavía apuntan del lado positivo. El crecimiento en el cuarto trimestre del ejercicio anterior, con el 0,2% y una tasa interanual del 1,6% resta dramatismo a la situación, al menos a corto plazo y mantiene a la inversión cerca de los mercados.

París bajó el 0,14%, Framcfort el 0,08% y Londres el 0,31%.