La tumba del Papa quedará mañana abierta al público

La congregación general de cardenales, en la que ayer participaron 134 purpurados, tomó la decisión de abrir al público a partir de mañana la tumba de Juan Pablo II en las Grutas Vaticanas. Era una de las decisiones más esperadas por miles de peregrinos que no han abandonado la ciudad en espera de poder visitar la tumba, que se perfila como una nueva atracción del Vaticano.

La congregación anunció que en el cónclave se utilizarán tres urnas nuevas, de plata y bronce dorado, que sustituirán a las dos existentes hasta el momento, destinadas a recoger los votos de los cardenales presentes en la Capilla Sixtina. A estas dos urnas se añade una tercera que servirá para recoger las papeletas de los cardenales enfermos, que no puedan desplazarse hasta ese lugar. La medida responde a las disposiciones de la Constitución Universi Dominicio Gregis, publicada por Juan Pablo II en 1996, que contempla los detalles de las exequias al Papa muerto y revisa los mecanismos del cónclave.

En vísperas de la misa solemne Pro eligendo Summo Pontifice, que se celebrará el lunes 18 de abril por la mañana, los 115 cardenales electores tendrán que estar instalados en la que será su residencia durante este periodo electoral, la Casa Santa Marta, situada detrás del aula del Sínodo, donde se celebran las congregaciones. Es un edificio moderno, con 106 suites, 22 habitaciones dobles, un apartamento, salón de actos y capilla, donde los cardenales electores gozarán de todas las comodidades. La decisión de poner a disposición del cónclave un hotel dentro del Vaticano la tomó Juan Pablo II en 1996, cuando revisó las normas inherentes a la elección de Papa. Los cardenales eligieron también a los tres integrantes de la congregación particular, en la que se debaten las cuestiones de gobierno diario cuya resolución se alargaría excesivamente en un debate multitudinario. Son Angelo Sodano, Walter Kasper y Policarpo Pengo.