Dos caras de Mercé

José Mercé tiene dos caras bien distintas. Una es la del cantaor serio, de voz flamenquísima, que canta por derecho y lo hace muy bien cuando la rutina no tuerce las cosas, y otra es una especie de cantante discotequero jaleándose o dejándose jalear sin ningún pudor. Y entre ambas hay un gran cantaor / cantante capaz de creaciones impagables como el Al alba de Aute, que hace de manera admirable.

Así que tenemos a un Mercé plural y diverso, que siempre canta bien, pero lo que canta gusta más a unos que a otros. En la primera parte, por ejemplo, la del cante por derecho con sólo la guitarra de Moraíto acompañándole, hizo tonás, malagueñas, soleares, alegrías, fandangos. Cantó con facilidad. Pero bien.

Después ya se apodera el grupo del escenario e impone su ley. Muchos coros, mucho estribillo. Confi de fua hace su aparición y Mercé se embarca en una serie de cantes modernos, superficiales, de una ligereza apabullante. Es el contenido de su último disco, que así a bote pronto yo diría que no tiene mucho que contar. Música fácil, que lo único que tiene es un soniquete pegadizo y -¿por qué no?- resultón.