Las directrices del centro permiten dar "la dosis que se considere necesaria"

El hospital Severo Ochoa, de Leganés (Madrid), elaboró en 2004 unas recomendaciones internas para aplicar la sedación paliativa. Lo hizo después de una primera investigación externa, que concluyó que las prácticas de sedación del centro eran legales y respetuosas,. Los principales puntos de las recomendaciones son:

- Dosis. Las dosis administradas serán en todos los casos "las más bajas posibles", pero sin límite: si el paciente ya estuviera siendo tratado con alguno de estos medicamentos, "se procederá a la modificación de la dosis que se considere necesaria".

"Para inducir la sedación se recomienda empezar por midazolam [...]. Se puede aumentar la dosis diaria hasta obtener los resultados deseados. Si no se obtiene la respuesta deseada se recomienda asociar haloperidol". En caso de dolor "se recomienda administrar morfina". Las instrucciones para enfermos terminales dan unas dosis recomendadas de inicio, pero "éstas dependerán de la respuesta de cada paciente". "Para controlar el delirio se recomienda administrar clorpromacina", fenobarbital o haloperidol, en este orden, todo con tal de controlar los síntomas.

- Indicación. "La sedación paliativa en pacientes terminales se fundamenta en la presencia de síntomas graves y refractarios al tratamiento". "Los más frecuentes son: dolor; disnea (ahogos), delirio, sangrado masivo y sufrimiento psicológico".

- Procedimiento. "La sedación debe ser indicada por el facultativo especialista responsable del paciente". "Debe quedar perfectamente constatada en la historia clínica". "Idealmente debe realizarse en un lugar tranquilo que permita la presencia de la familia junto al enfermo".