La inteligencia de Valverde

El ciclismo atraviesa aires de renovación. Se necesitan jovenes que aporten aire fresco a un deporte que quiere olvidar las tribulaciones del dopaje y hacerse más atractivo. Alejandro Valverde es uno de esos corredores. El ciclista murciano, permeable a las exigencias que cada carrera solicite, asume sus responsabilidad siempre, ya sea en la montaña, el llano o el sprint. Ayer, fue esta última técnica la que le otorgó en Vitoria el triunfo en la tercera etapa de la Vuelta al País Vasco. Además, se permitió hacerlo mientras a su lado se retorcía un especialista de la volatta, el italiano Giovanni Lombardi. La general, que no sufrió variación, sigue encabezada por el navarro Aitor Osa.

"Creo que ya he cumplido en esta Vuelta", afirmó el ganador

Valverde demostró que en las llegadas masivas la inteligencia es un factor que cada día cuenta más. Quizás más que las propias piernas. El corredor español se situó a rueda de Lombardi (CSC), cuando el pelotón anuló la última escapada del día, compuesta por Jiménez, Pascual Rodríguez, Moncoutie y McGee. Restaban apenas 800 metros. Phonak, que había realizado el mayor esfuerzo del día, se desinfló a la hora de colocar a Perdiguero. Pero Valverde no necesitó ayuda. El primero en arrancar fue Di Luca. Lombardi avanzó por el centro, majestuoso, pero un golpe de riñón del murciano en los últimos metros le dio la victoria. El italiano miró a Di Luca, pero no se percató en que el peligro estaba tras de sí. Es la quinta victoria de Valverde en 2005, tras sumar dos etapas y la general de la Challenge de Mallorca y la última etapa de la París-Niza.

Fue una jornada de transición, propicia para las aventuras de ciclistas intrépidos, como el ruso Kolovnev (Rabobank), Rubén Lobato (Saunier Duval) o Iker Camaño, lo mejor de Euskaltel ayer. Pero el pelotón no quería sorpresas y neutralizó todas las escapadas.

A partir de ahora, Eusebio Unzué dispone de dos bazas, Valverde y Osa, pero el primero prácticamente se autodescartó para la victoria final. "Aitor es el líder y él es que manda. Creo que ya he cumplido en esta Vuelta", argumentó en meta. La cuarta etapa lleva hoy a los corredores desde la capital alavesa hasta la localidad navarra de Alsasua. No se esperan cambios en la general, pero el trazado, de 167 kilómetros, incluye cinco puertos, entre ellos Opakua, la única dificultad de primera categoría en esta edición. Además, aparecen Urbasa, de segunda, y La Cadena, Altamira, y nuevamente La Cadena, de tercera categoría, pese a que su cima está a 22 kilómetros de meta.

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