Las constructoras aseguran que siguieron las indicaciones de la dirección de obra

La unión temporal de empresas (UTE) formada por Fomento de Construcciones y Contratas, Copisa y Comsa emitió ayer un comunicado en el que, tras asegurar que no piensa comentar las circunstancias de las obras de la línea 5 del metro, añade que siguió "en todo momento las directrices de la dirección de obra" al ejecutar los trabajos. Asimismo asegura que su actitud ha sido siempre de colaboración con GISA (Gestión de Infraestructuras, SA) y "con las autoridades competentes".

"La UTE", dice el comunicado, "mantiene ante los medios de comunicación una postura de discreción, por motivos de confidencialidad contractual, a la espera de que se hagan públicos los resultados del expediente abierto" por el Departamento de Política Territorial, confiando en que éste ponga de manifiesto su "profesionalidad".

Paralelamente, la empresa pública GISA, que licita, adjudica y gestiona la obra por mandato del Gobierno catalán, hizo público ayer un comunicado en el que expone que hay dos tipos de documentos: los libros de obra, donde se incluyen diversas anotaciones, y los informes mensuales, donde la dirección de obra recoge los aspectos que, por diversos motivos, considera más relevantes. "Los informes mensuales de la dirección de obra, vehículo sistemático de la comunicación de incidencias, no recogen ninguna incidencia por deficiencias de calidad en la cola de maniobras", tal como informó ayer este diario, al explicar que la petición de instalación de testigos figuraba en una de las actas de diciembre y no era recogida posteriormente en el informe mensual, "lo que podría indicar que la dirección de obra no lo consideró relevante", según fuentes de GISA. Su presidente, Ramon Serra, reconoció ayer que no se hizo una "buena labor de seguimiento".