Seguir soñando para olvidar el 'tsunami'

"Acabo de escapar de la película Independence Day. Practicábamos yoga en la arena y hemos logrado huir de la ola de milagro". A la actriz Varshini Ashok, la llamó un amigo el pasado 26 de diciembre para contarle lo que parecía una película más. El tsunami acababa de devastar la costa de la región de Chennai, al sureste de India, y muy pocos en las playas sobrevivieron.

Ahora Varshini rueda en Málaga su primera película y recuerda la tragedia que hace sólo dos meses vio pasar de lejos porque desde su casa no se ve el mar.

Las estrellas del cine indio se volcaron de inmediato con la región, y muchas acudieron a visitar los campos de refugiados para pedir la solidaridad de la población. Casi dos meses después de la tragedia, se ruedan tres películas sobre el tsunami y los productores esperan sacarle rentabilidad a una marea que trajo más de mil muertos sólo en el estado de Tamil Nadu.

Las playas están casi desiertas y los pescadores no faenan. Nadie come pescado, a pesar de que el Gobierno implora a la población para que no sea supersticiosa.

"Aunque suene extraño, también tuvo su lado fantástico: Barriadas enteras dejaron de vivir en chabolas y ahora disfrutan de casas prefabricadas. Además, todos somos menos egoístas". Varshini cuenta cómo tras la desolación y el desconcierto, la gente continúa acudiendo cada noche al cine para soñar durante tres horas.

A pesar de que el presupuesto de Cettanatuu Thangam no sea excesivo, medio millón de euros, la corta visita de cinco días a Andalucía proporciona el exotismo necesario para que la taquilla engorde. Sin embargo el vestuario, maquillaje y música kitsch se mantienen en todas las localizaciones, sea cual sea el continente.

Más de la mitad de las producciones indias se desplazan a países europeos y Canadá para aderezar estos ampulosos shows de amor, esperanza y lujo.