'La mandrágora' se sumerge en el mundo de las artes escénicas

Teatro, danza, circo, ópera, cabaret... El espacio cultural de La 2 La mandrágora estrena hoy (24.00) una nueva etapa bajo el subtítulo 'Ensayo general' y se sumerge en la actualidad de las artes escénicas a través de reportajes que tratan de mostrar lo que sucede detrás del telón. Esta semana, el programa se detiene en dos obras muy diferentes: Haberos quedado en casa, capullos, texto de teatro independiente, de Rodrigo García, y Cara de plata, una de las comedias bárbaras de Valle-Inclán.

Un sótano repleto de cuerdas que suben y bajan, un desván donde se almacenan maniquíes rotos, vestidos, baúles y demás utillaje teatral forma parte del decorado del espacio donde Rocío Muñoz, la nueva presentadora, actúa como maestra de ceremonias y entrevista a los distintos personajes que pasan por el plató. La mandrágora nació hace ocho años como una revista de música, cine, pintura, fotografía... Ahora se especializa, pero sin perder "su mirada inquieta hacia el mundo de la cultura", según Francisco Climent, delegado de producción de programas culturales de TVE. El desembarco en octubre pasado del informativo cultural de amplio espectro Miradas 2 ha tenido mucho que ver con el cambio de registro de La mandrágora. "Es imposible competir con un programa de actualidad. Sabíamos que nos iba a ganar por la mano, así que se buscó otro camino", añade Climent.

El responsable de levantar el proyecto ha sido sido Rafael Herrero, director de La mandrágora desde 2001. Después de algunas reflexiones decidió centrarse en las artes escénicas, "un mundo un poco olvidado", en palabras de Herrero. A partir de esta semana, este escenario televisivo incluirá entrevistas, una actuación o performances y reportajes que mostrarán el proceso de producción de la obra, "desde los balbuceos de los actores a las dudas de los directores o los problemas con el vestuario hasta llegar al día del ensayo general, cuando el sueño se hace realidad", explica Herrero. El nuevo espacio, que Climent califica de "noctámbulo, nocherniego, subterráneo y oscuro", no quiere limitarse sólo a los espectáculos de las grandes ciudades, por eso viajará por todo el país para hacerse eco de las obras en cartel de compañías vinculadas a organismos oficiales, a salas alternativas o a montajes más comerciales.