Por la democracia en las alcobas

Cristina del Valle, la voz femenina del grupo Amistades Peligrosas, abogó ayer en Zamarramala (Segovia) por acabar con los símbolos que conllevan la violencia y la discriminación de la mujer y porque la democracia real empiece en las alcobas, tras recibir el premio Matahombres de Oro, que le entregaron las alcaldesas Yolanda Llorente y Concepción Ramos, durante la celebración de la fiesta de Santa Águeda, que data de 1227, declarada de interés turístico nacional.

Con su galardón en la mano -que consiste en un alfiler similar al que utilizaban las señoras para sujetarse las enaguas y para impedir que los hombres se acercaran demasiado al bailar-, la también promotora de la Plataforma de Mujeres Artistas contra la Violencia de Género lo dedicó a las víctimas de la violencia machista y de los malos tratos, a la vez que reclamaba "el derecho de todas a vivir en paz" y señalaba que en España aún se siguen registrando al año más de cien muertes por violencia doméstica.

La nota de humor, a la vez que la nieve hacía acto de presencia, la puso en su pregón el periodista Ramón Arangüena. Rememorando la serie Cuéntame cómo pasó, de TVE, fue recordando algunos capítulos de su vida, que comenzó en 1964, el mismo año de la comercialización de la píldora, pese a que a su ciudad natal de Palencia debieron llegar pocas, según dijo, porque sus padres tuvieron seis hijos.

Cristina del Valle, que volvió a recomponer el grupo con su otro creador, Alberto Comesaña, hace más de un año, anuncia que pronto sacarán un nuevo disco y, además, en su lucha por la causa contra la discriminación de la mujer, en la que no se olvida de las palestinas, ha elaborado un trabajo titulado Como ellas, junto a cantantes como Inma Serrano y Mercedes Ferrer, entre otras.