Líderes de 40 países prometen que nunca habrá otro Auschwitz

Los líderes de 40 países y supervivientes del campo de concentración nazi de Auschwitz, la "fábrica de la muerte", se unieron ayer en el mismo escenario que hace 60 años fue liberado por el Ejército soviético. Con intensas emociones, atenazados por el frío y el recuerdo de un drama impreso en todas las memorias, los dirigentes de los países más involucrados tomaron la palabra para expresar el rechazo del odio, la intolerancia y el autoritarismo que hicieron posible el nazismo.

Mantener el recuerdo del monstruoso crimen para impedir que algo parecido se repita en el futuro. Ése fue el mensaje de todos los líderes. El nuevo presidente de Ucrania, Víktor Yúshenko, se convirtió en protagonista al inaugurar la ceremonia y relatar el drama de su padre, que estuvo preso en Auschwitz. El presidente ruso, Vladímir Putin, expresó su vergüenza por las muestras de antisemitismo que aún se viven en Rusia. Estados Unidos estuvo representado por el vicepresidente, Dick Cheney. El presidente israelí, Moshe Katsav, acusó a los europeos y a los aliados de haber ignorado el exterminio de los judíos.

El Congreso español se unió a las ceremonias. El inédito acto, al que asistieron descendientes de las víctimas del nazismo y algún superviviente, fue muy emotivo. Incluyó una ceremonia religiosa judía. También se encendieron seis velas en honor de los seis millones de muertos judíos y del resto de los fallecidos a manos de los nazis, entre ellos muchos republicanos españoles.