Calambre de juzgado

Los trabajadores de los juzgados de lo Contencioso-administrativo y de lo Social de Segovia se quejan de que reciben pequeñas descargas eléctricas cuando se rozan con los radiadores de la calefacción, de hierro fundido, o con los muebles metálicos, debido a la electricidad estática que hay en las dependencias, aparte de que denuncian que hay otras deficiencias en el inmueble donde están ubicados, desde apagones de luz a techos muy bajos. El secretario provincial de Servicios Públicos de UGT, Miguel Ángel Mateo, informó de esta situación a la Gerencia Regional de Justicia, pero dice que como toda respuesta recibió el consejo de que los empleados -un total de 28 incluidos los magistrados- no hicieran uso de zapatos con suela de goma o de ropas con material acrílico, para evitar los calambres. Sin embargo, ayer, miércoles, por la mañana, el problema se agravó cuando un posible aumento de tensión en la línea de electricidad provocó el incendio, tras una pequeña explosión, de la impresora de uno de los juzgados y del fax del decanato, que ostenta el juez Rafael Puente Moro, lo que se agravó, dos horas después, con la avería de cuatro o cinco ordenadores, por la misma causa. Conscientes de que así no hay quien trabaje, los sindicalistas ya no saben a quien recurrir, pues la Audiencia Provincial, que preside el magistrado Andrés Palomo, no tiene competencias para solucionar los problemas.-