Los ponentes duplicarán en enero el ritmo de las reuniones
La parte de la reforma redactada hasta ahora no es ni la más complicada desde un punto de vista técnico ni la políticamente más controvertida. Está adoptada sólo como primera lectura; es decir, con reservas de unos u otros ponentes en variados aspectos.
Conscientes de que a ese ritmo la reforma del Estatuto catalán será el cuento de nunca acabar, los ponentes han decidido duplicar en enero el ritmo de sus reuniones de trabajo. La ponencia está en plena discusión del título sobre derechos y deberes de los ciudadanos de Cataluña. No hay acuerdo sobre si este título, al que se considera denominar Carta de derechos y deberes, debe figurar en el Estatut o tiene que ser aprobado por el Parlamento como ley aparte. La diferencia no es baladí, pues se trata de que tenga o no rango de ley orgánica del bloque constitucional. La izquierda quiere incluirla en el Estatut, mientras que CiU y PP pretenden que vaya aparte como ley catalana.
Éste es uno de los títulos que se ha revelado más conflictivo hasta ahora, por diversas razones. Hay quien considera que incluir en el Estatut el derecho a la felicidad, como pretenden algunos partidos, es excesivamente retórico. Pero hay otras diferencias más sustanciales. Por ejemplo, la introducción del deber de conocer el catalán. Es una obligación que hasta ahora sólo reza, en la Constitución, para con la lengua castellana.
La ponencia no ha llegado todavía a un acuerdo sobre la lista de derechos y deberes que tienen que figurar en este título, con independencia de que se incluya o no en el Estatut. De todas formas, se han alzado ya algunas voces fuera de la ponencia, que han advertido que si la reforma del Estatut no incluye una Carta de derechos sociales, no tendrá el apoyo, por ejemplo, de Comisiones Obreras, como el sindicato se ha encargado de aclarar.
La ponencia tiene previsto reanudar sus sesiones el próximo 11 de enero. Trabaja a partir de los borradores que le proporciona el Instituto de Estudios Autonómicos. Para la primera reunión de 2005 dispone ya del relativo a las competencias de la Generalitat, y tiene pendiente de elaborar la lista de derechos y deberes.
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