España quiere limitar la entrada de azúcar de terceros países a la UE

El Ministerio de Agricultura ha planteado ante las autoridades comunitarias la limitación y el control de las importaciones desde terceros países como uno de los principales instrumentos para mantener la actividad en el sector remolachero azucarero. En esta estrategia ante la futura reforma de la Organización Común de Mercado (OCM), la Administración española pretende implicar a todos los países del sur de la Unión Europea (UE) y a otros como Irlanda y Polonia.

Según algunas de las actuaciones contempladas por el Ministerio de Agricultura, se pretende la celebración en Madrid en los próximos meses de una reunión de representantes de los países menos desarrollados para tratar de lograr un acuerdo sobre la estrategia más adecuada para los intereses de la UE y de ellos mismos en relación con el futuro del comercio mundial de azúcar. Los responsables de la Administración española consideran que una apertura total de fronteras a las importaciones de azúcar sería "nefasta" para el sector remolachero azucarero español, en cuanto los precios bajos supondrían la eliminación del cultivo en la mayor parte de los países miembros y muy especialmente en las zonas menos productivas.

En lo que afecta a los terceros países exportadores, una total libertad de fronteras significaría una avalancha de azúcar barato sobre el mercado mundial y, en consecuencia, una caída de los ingresos de los países productores.

España aboga por una apertura controlada basada en el establecimiento de cuotas para que las mismas no atenten contra el futuro del cultivo en los países comunitarios y que las importaciones supusieran también mejores rentas para los países menos desarrollados.

Actualmente, la UE importa 1.600.000 toneladas de azúcar con arancel cero de los países de la Organización África, Caribe, Pacífico. Igualmente se importan otras 300.000 toneladas de los países de los Balcanes y 100.000 toneladas de otras zonas.