Cómodo y con recursos

El Discovery 3 es un 4×4 nuevo que evoluciona el concepto de los todoterrenos clásicos con reductora. Mantiene la robustez de estos coches, pero añade los últimos avances electrónicos, la mayoría procedentes del elitista Range Rover, para ofrecer un comportamiento cómodo y eficaz, tanto en carretera como en el campo. Es uno de los todoterrenos más prácticos, completos y versátiles.

Suspensión neumática de serie

El nuevo Land Rover estrena una suspensión neumática regulable que se adapta como un guante a todo. Tiene tres alturas -acceso al coche, asfalto y campo- e incluye el sistema electrónico de ayuda al conductor Terrain Response, con otros cinco programas de uso seleccionables con una rueda giratoria que adaptan la suspensión, la tracción y la respuesta del motor al estado del piso: asfalto, nieve o gravilla, arena, barro y surcos, y avance lento sobre rocas.

En principio puede parecer complicado, pero muestra toda la información en una pantalla con gráficos situada sobre el salpicadero. Y junto a la reductora y el control de descenso de pendientes, también accionables con un botón, otorga al Discovery una versatilidad sorprendente para adaptarse a todos los terrenos. Así, en carretera circula con un aplomo, confort y calidad de rodadura sobresalientes y a la altura de los mejores 4×4 de lujo. Filtra todo sin que se note, se agarra muy bien al asfalto y tiene un comportamiento seguro y eficaz, tanto en trazados rápidos como lentos. No resulta tan ágil en las curvas como los últimos 4×

4 de asfalto (Cayenne, Touareg...), pero permite viajar con un gran confort y dinamismo sin acusar mucho las inercias. Y les supera en el campo porque cuenta con más recursos en las zonas muy difíciles, absorbe los baches de los caminos sin que se noten y transmite una sensación de solidez impresionante.

Los frenos, con ABS, también paran con contundencia, y viene de serie con el control de estabilidad ESP, que, como el resto de ayudas electrónicas, adapta su acción a las circunstancias del momento.

Motor V6 biturbo de gasóleo

El Discovery monta el motor 2.7 V6 turbodiésel del Jaguar S-Type, pero con 190 CV. Es un biturbo silencioso y bien aislado, con cambio manual de seis marchas que ofrece unas prestaciones brillantes para un 4×4 y viaja con desahogo a ritmos alegres. Sólo acusa los 2.500 kilos de peso cuando afronta una subida en sexta, pero la mayoría de las veces no exige reducir. Y le falta elasticidad por debajo de 1.500 vueltas, algo que se aprecia en ciudad si se pasa de primera a segunda sin apurar la marcha. Después, una vez lanzado, va muy bien, tanto en carretera como en el campo, donde la falta de elasticidad se compensa con la reductora. Y aunque tiene unos consumos algo altos, son correctos para su cilindrada y peso: algo más de 10 litros a ritmos tranquilos, unos 13 en ciudad y cerca de 15 en conducción rápida y campo.