Incineradora en Aznalcóllar

La empresa RMD presentó un proyecto para la instalación de la incineradora de neumáticos más grande de Europa en Aznalcóllar, municipio que sufrió uno de los peores desastres ecológicos de la historia andaluza; se concedieron permisos y licencias a un ritmo sorprendente para la realidad administrativa andaluza; muchos vecinos del pueblo y diversas organizaciones ecologistas, sindicales, políticas y vecinales constituyeron la Plataforma Anti-Incineradora y por un Aznalcóllar sostenible, respondiendo a la idea de que dicho proyecto, rechazado anteriormente en cinco municipios españoles venga a instalarse en el suyo.

Superando muchas presiones, se lograron duplicar el número de firmas necesarias (al final, casi la mitad del censo electoral de Aznalcóllar). Salud Santana, alcaldesa, responde a los vecinos diciendo que se convocará el referendo "si la ley dice que hay que hacerlo" (EL PAÍS, 26/11/2004). La señora Santana sabe bien que la Ley de Regulación de las Consultas Populares Locales en Andalucía recoge como requisito último y lógico que el Pleno municipal convoque formalmente el referendo. Esta ley establece y ordena las vías directas de participación política que los ciudadanos tienen en un estado de Derecho entre dos periodos electorales, vías que complementan y dignifican el funcionamiento democrático de toda sociedad. En Aznalcóllar se puede dar un caso peligroso para la salud (sin Santana) democrática: si la alcaldesa hiciese uso de la mayoría que le asiste en el consistorio para no dar validez administrativa a la voluntad popular de su pueblo, además de impedirle resolver con dignidad democrática un tema que afecta al futuro de toda la comarca, estaría tirando el primer residuo peligroso sobre su pueblo: el autoritarismo.