Barroso somete la nueva Comisión al segundo y definitivo examen del Parlamento Europeo

El nuevo presidente electo de la Comisión Europea, el portugués José Manuel Durão Barroso, somete esta semana de nuevo a su equipo de 24 comisarios al examen del Parlamento Europeo, después de que el 27 de octubre pidiera él mismo aplazar la votación a la vista de que sólo la derecha y la ultraderecha le garantizaban su apoyo. Con sólo tres cambios en su equipo, Barroso cuenta ya, en teoría, con un elevado apoyo en la Eurocámara. De no conseguirlo, se vería "forzado" a dejar el cargo, según algunos de sus más estrechos colaboradores.

El cambio más destacado ha sido la eliminación entre los comisarios del polémico italiano Rocco Buttiglione, quien encendió una polémica por sus declaraciones machistas y homófobas. Buttiglione, a quien Barroso había adjudicado la cartera de Justicia, Libertad y Seguridad, ha sido sustituido para el mismo puesto por el ministro italiano de Exteriores, Franco Frattini.

Las comisiones correspondientes en la Eurocámara examinarán entre hoy y mañana a Frattini, el letón independiente Andris Piebalgs y el socialista húngaro Lázsló Kovács. Piebalgs tampoco estaba en el equipo anterior y sustituye a la verde y liberal Ingrida Udre, eliminada a raíz de una investigación en su país sobre la financiación de su partido. Piebalgs ocupará la cartera de Energía, de la que ha sido apartado Kovács después de que los eurodiputados le criticaran su escasa preparación. Kovács será comisario de Fiscalidad.

Los tres grupos mayoritarios en la Cámara han advertido que no anunciarán su voto hasta escuchar a los dos nuevos comisarios. No obstante, ni el Partido Popular Europeo (PPE, el más numeroso, con 268 escaños), ni socialistas (200) ni liberales (88) han expresado grandes críticas a este nuevo equipo que, si todo va bien para Barroso, entrará en funciones el próximo lunes 22.

"Amplio apoyo"

El líder del PPE, el alemán Hans-Gert Poettering, confía en "un amplio apoyo" a una Comisión presidida por uno de los suyos. Esta posición del PPE se produce pese a que el único perdedor de esta crisis institucional ha sido el PPE con la eliminación de Buttiglione. Los socialistas exigen "una atmósfera calmada y seria" porque temen que la derecha aproveche las comparecencias parlamentarias para atacar al ex comunista Kovács como venganza por lo ocurrido con Buttiglione. Mientras, los liberales piden unos exámenes "justos".

Una de las protagonistas de la crisis no estará presente. Se trata de la liberal holandesa Neelie Kroes, designada para la potente cartera de Competencia pese al potencial conflicto de intereses derivado de haber pertenecido a los consejos de administración de medio centenar de grandes empresas. Por ella, entre otras razones, los Verdes-ALE (Alianza Libre Europea), con 42 escaños, o Izquierda Unitaria (41) ya han advertido que votarán en contra, a pesar de que Kroes no intervendrá en asuntos que afecten a empresas para las que trabajó. Tras las audiciones de hoy y mañana, Barroso acudirá al pleno de la Cámara el miércoles para un debate y el jueves será la votación.