Una película relata el cambio radical en la vida de un agente del Mosad
Sevilla Festival de Cine presenta un filme sobre el viaje por Rusia de un padre y un hijo
La película Walk on water (Israel, 2004), de Eytan Fox, centró ayer el interés de la Sección Oficial de Sevilla Festival de Cine. Walk on water, que significa Caminar sobre las aguas, cuenta la historia de Eyal, un agente del Mosad (servicio secreto israelí) al que la vida le cambia tras el suicidio de su mujer y la amistad que entabla con un joven. La otra película de la Sección Oficial presentada ayer fue Koktebel (Rusia, 2003), de Aleksei Popogrebsky y Borís Khlebnikov.
Eyal, que está encarnado por Lior Ashkenazi, es un liquidador profesional del Mosad. El suicidio de su mujer ha provocado que sus problemas estén a punto de hacerle descarrilar. Le encargan que descubra el paradero de Alfred Himmelman, un ex oficial nazi que parece seguir con vida en alguna parte. Eyal espía a Pia, una nieta de Himmelman que se ha marchado a Israel tras romper con su familia en Alemania. Eyal se hace pasar por guía profesional y aprovecha que Axel, el hermano de Pia, ha ido a Israel para enseñarle Jerusalén y las orillas del Mar Muerto. Eyal, un tipo duro, se deja seducir por las ideas liberales y el entusiasmo inagotable de Axel.
Walk on water es el tercer largometraje del neoyorquino Eytan Fox. La película está basada en una historia real. "A un agente del Mosad se le suicidó su mujer. La vida cotidiana se había convertido en horrible para ella debido al carácter de su marido. El agente empezó a estudiar literatura, arte y filosofía y conoció a un hombre joven del cual se enamoró", relató Fox en la presentación del filme. "Pero en la película no nos centramos en la cuestión de ser gay, sino que lo que importa es la evolución del personaje", comentó el cineasta.
"La película fue apoyada por el Gobierno israelí. No fue muy fácil conseguir el dinero del fondo que apoya el cine en Israel. Estoy acostumbrado a este tipo de batalla porque tengo que pasar por ella con cada película que hago. En Israel no hubo problemas al filmar. Pero cuando estuvimos en Jerusalén Este fue más difícil, había un poco de miedo. Teníamos ayuda tanto por parte palestina como por parte judía. Los palestinos querían ver una escena y le dieron el visto bueno", afirmó. "La película fue un éxito, algo que yo quería porque uno de los propósitos del filme era crear diálogo entre la gente. En Alemania se vio la película como muy interesante e inteligente", dijo el director neoyorquino.
Por su parte, el actor Lior Ashkenazi señaló algunos aspectos de la sociedad israelí. "Personas como Eytan, otros jóvenes y yo intentamos deshacernos del pasado porque estamos un poco cansados de memoriales y de recordar el Holocausto. Hemos elegido la vía del diálogo. Decimos que sí que tenemos pasado, pero que hay que seguir adelante", relató el actor.
"Mi suegra sobrevivió al Holocausto. Cuando se enteró de que me iba a Alemania, me dijo que cómo hacía una cosa así, cómo podía ir a la tierra del enemigo. Luego, la película le gustó. Uno no puede quedarse estancado en el pasado, sino que tiene que abrir camino y seguir adelante", agregó Ashkenazi. El actor explicó cómo el filme refleja los cambios sociales de Israel. "Mi personaje es un arquetipo del macho israelí. Todos tenemos que ir al Ejército: los hombres y las mujeres. Así nos hacemos duros. No hablamos de sentimientos. Ahora intentamos cambiar", concluyó Ashkenazi.
Koktebel, la otra película de la Sección Oficial presentada ayer, narra la historia de un padre y un hijo que viajan de Moscú a Crimea. Ambos quieren dejar atrás un triste pasado marcado por la muerte de la esposa y los años de alcoholismo.
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