Altos vuelos a bajo precio

Al principio levantaron todo tipo de suspicacias, pero las compañías de bajo coste han dado un buen mordisco al mercado y están añadiendo serias dificultades a las aerolíneas tradicionales, incapaces de competir en Europa con sus precios. La cuota de mercado de estos operadores ya es del 22% en el Reino Unido, del 12% en Francia e Italia, y del 11% en España, y no para de crecer. Se estima que en 2010 coparán el 30% del mercado.

Ni siquiera la subida del precio del petróleo ha parado un crecimiento que en el caso de las compañías más exitosas supera el 20% anual, justo en unos momentos en los que el transporte aéreo está aquejado de fuerte debilidad. Goldman Sachs calcula que con un barril de crudo a 43 dólares, el año que viene las aerolíneas europeas tendrían una caída en su beneficio operativo bruto del 29%. "Será un año sombrío", dicen.

Para unas más que para otras. La mayor productividad de las compañías de bajo coste y los descuentos que consiguen en los aeropuertos regionales, tan denostados por las aerolíneas tradicionales, las defienden mejor de los choques externos.

Estas compañías, además, han revitalizado la economía de las regiones a las que vuelan. En los últimos seis años, Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) ha incrementado la programación en sus aeropuertos regionales un 19%. Este año una quinta parte de los movimientos en los aeropuertos españoles lo harán compañías de bajo coste.