Un coloquio sobre el 'Quijote' destaca su compleja modernidad

A pocos meses de celebrarse el cuarto centenario de la edición del Quijote, su autor, Miguel de Cervantes, sigue constituyendo, al igual que su obra, motivo de disquisiciones, tesis y análisis diversos. Si el escritor se caracterizó por "una personalidad a todas luces compleja y que ha originado interpretaciones a veces azarosas", según uno de los grandes expertos cervantinos, Jean Canavaggio, de la Universidad de París X, su obra capital y sus personajes siguen motivando controversia: el novelista leonés José María Merino sostiene que Cervantes fue pionero en crear "personajes redondos", como Don Quijote y Sancho Panza, pero también "ambiguos, llenos de claroscuros".

Canavaggio y Merino fueron dos de los 30 expertos de 15 universidades europeas y americanas participantes en el coloquio internacional Cervantes y el Quijote, organizado la semana pasada por la Cátedra Emilio Alarcos Llorach de la Universidad de Oviedo, en el que se puso de manifiesto la complejidad de la obra, su polisemia, sus distintos niveles de interpretación y los rasgos intrínsecos de su radical modernidad.

Anthony Close, de la Universidad de Cambridge, destaco que "la grandeza de la famosa pareja cervantina se debe a la alta cuota de verdad humana que contiene", sobre todo a causa del descubrimiento del "aspecto más novedoso y revolucionario de sus dos personajes: su evolución constante".