La marcha urbana

Ibrahim Benítez, de 80 años, caminaba deprisa, adelantando al personal. "Me gusta ganar", dijo. La Caminata Internacional de Barcelona, organizada por el Ayuntamiento y la Asociación de Entidades de Excursionistas del Barcelonés, reunió ayer a 1.000 participantes, aunque no todos se lo tomaron tan en serio como Ibrahim.

Con este tipo de acciones, el Ayuntamiento pretende fomentar el senderismo urbano y el uso del espacio público por los ciudadanos. Así lo entendieron muchos, como Xavi Planes, informático de 27 años, y Valeria Prado, psicóloga de 28, que paseaban de la mano por el Camino del Mar, al pie de las murallas del castillo de Montjuïc. "Hay rincones que no habíamos visto nunca", dice Xavi. A los caminantes les sorprendió la presencia del color caqui. "El Ayuntamiento nos ha invitado", explicaba Luis Ferrer, capitán del batallón de Infantería de Barcelona, mientras descansaba en la meta junto a otros mandos y soldados.

Los caminantes, que tuvieron que pagar dos euros por participar en la marcha, pudieron escoger entre tres itinerarios concéntricos, de 10, 20 y 30 kilómetros. El parque Güell, Montjuïc y Collserola fueron algunos de los lugares de paso.

Ésta es la quinta edición de la Caminata Internacional de Barcelona. Hoy está prevista la segunda jornada, en la que el Ayuntamiento espera a otras 1.000 personas. Los que ayer disfrutaron del paseo matutino meditaban sobre repetir hoy. No será por falta de alimento: tras la caminata, muchos de los participantes se congregaron para engordar su músculo a base de butifarra.