Desequilibrios en la escolarización de inmigrantes

Tanto sindicatos como padres de alumnos y el PSOE han venido solicitando en los últimos años que las comisiones de escolarización distribuyan equitativamente al alumnado inmigrante entre los colegios públicos y concertados de la región. Desde la Consejería de Educación siempre han apelado a la libertad de los padres para elegir un centro para sus hijos y aseguran que no pueden controlar dónde viven los ciudadanos extranjeros. Y la Federación de Religiosos en la Enseñanza (FERE), por su parte, que representa a la mayoría de la concertada madrileña, responde siempre que ellos se atienen escrupulosamente a las normas de admisión que marca la consejería.

Aunque siempre insisten en que están, prácticamente, en los porcentajes de matriculación de inmigrantes que les corresponden -un 26% de los chavales extranjeros teniendo un 36% del total de las plazas educativas de la región-, admiten que quizá el hecho de que no se concertase hasta hace apenas dos años la etapa de educación infantil de segundo ciclo (de 3 a 5 años) ha retrasado la incorporación de extranjeros en sus aulas.

Además, según Emilio Díaz, portavoz de FERE en Madrid, "hay muchos colegios concertados con porcentajes muy altos de alumnado inmigrante y en los que no ha bajado la demanda; los padres siguen queriendo que sus hijos vayan allí", asegura.