Barberá quita importancia a la venta del solar de Mossen Sorell

La alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, restó ayer importancia al hecho de que un solar comprado en 1999 por tres concejales de su grupo municipal, entre ellos Miguel Domínguez, por entonces titular de Urbanismo, y por el actual consejero de Agricultura, Juan Cotino, después de que una revisión del planeamiento municipal lo excluyera de ser expropiado, haya acabado en manos de una constructora. Los miembros del Partido Popular aseguraron en 2000 que el terreno serviría para ampliar la sede de la Fundació Vives, a la que pertenecían, que se encuentra en un edificio lindante con el solar.

Después de subrayar que se trata de una parcela de 60 metros cuadrados, y de afirmar que los políticos realizaron una "cesión onerosa", "una venta por el mismo precio que habían pagado", a favor de la fundación, Barberá consideró normal que la entidad sin ánimo de lucro haya decidido "qué hacer con él". En este caso venderlo a una constructora, Cofu 95, cuyo propietario forma parte a su vez de la Fundació Vives.

La alcaldesa opinó que la denuncia efectuada al respecto por el portavoz municipal del PSPV, Rafael Rubio, responde a que el socialista afronta "un proceso electoral interno para ocupar la secretaría general de su agrupación".