Dos cursos sin cambios

El efecto esencial que tiene sobre los alumnos y los centros educativos el real decreto aprobado por el Gobierno es que no cambia nada respecto a la situación del curso académico que acaba de terminar.

El PP había establecido en el calendario ahora modificado que el próximo septiembre se empezaran a aplicar medidas como la separación de los alumnos en itinerarios en 3º de la ESO y el establecimiento de una única optativa a la Religión Católica que iba a ser Hecho Religioso (ahora hay diversas y no necesariamente relacionadas con contenidos religiosos). Con este suspenso de la aplicación de la LOCE de dos años también se para el cambio en el sistema de acceso a la Universidad. Se iba a establecer una reválida al final del bachillerato seguida de pruebas por centros para las carreras con más demanda que oferta.

El Gobierno ha dado así un margen de dos años al Ministerio de Educación para que idee, debata y apruebe una nueva reforma educativa. La ministra de Educación, María Jesús San Segundo, ha mantenido encuentros en las últimas semanas con los responsables de organizaciones sindicales, patronales de la enseñanza y consejeros de las comunidades autónomas para explicarles la decisión del Gobierno de paralizar la aplicación de la LOCE y recibir las primeras propuestas de cara a futuros cambios legislativos en la educación no universitaria.

De acuerdo con el calendario que se ha marcado Educación, alrededor de enero de 2005 estaría listo el texto de la nueva norma que sustituya a la LOCE y se iniciaría entonces el debate parlamentario con el objetivo de aprobar la ley en otoño del próximo año. El Gobierno y las comunidades tendrían desde otoño de 2005 a junio de 2006 para desarrollar la norma con el fin de que empezaran a aplicarse los cambios en el curso académico 2006-2007.