El paro caerá al 6,7% en la OCDE gracias a la recuperación en EE UU
El desempleo en España bajará hasta el 10,2% en dos años
La OCDE prevé un ligero retroceso de las tasas de paro en los dos próximos años, gracias al fuerte crecimiento económico en Estados Unidos, el comienzo de la recuperación en Japón y, en menor medida, en la UE. En 2003, la media del paro en los 30 países de la organización se situó en el 7%, porcentaje que se espera que baje al 6,9% este año y al 6,7% en 2005, según el informe de Perspectivas de Empleo de la OCDE, hecho público ayer en París.
Los autores del estudio recomiendan a los Gobiernos no contentarse con el retroceso del paro, que en 2005 afectará aún a unos 36 millones de personas, según las proyecciones. Lo esencial es "aumentar la proporción de la población en edad de trabajar que ocupa efectivamente un empleo", por medio de la entrada de jóvenes y de mujeres en el mercado laboral, incrementando la flexibilidad para que puedan hacerlo los que tienen responsabilidades familiares u obligaciones educativas.
La organización que agrupa a las 30 economías más desarrolladas del mundo prevé para España una bajada de sólo medio punto en el índice de desempleo, desde el 11,3% de 2003 al 10,9% en 2004 y hasta el 10,2% en 2005. En creación de empleo, también vaticina una mejora para los próximos dos años: frente a una tasa del 2,7% en 2003, el informe apunta a un 2,8% tanto para 2004 como para 2005.
En este momento, el 35% de la población que podría trabajar en el conjunto de la OCDE está fuera del mercado de trabajo (porcentaje que sube al 39% en España). Sin embargo, los autores del estudio suponen que una parte de ellos desearían tener empleo. Aumentar la ocupación es fundamental en países cuya población vive más tiempo, si se quiere financiar los sistemas de solidaridad. Al mismo tiempo, es necesario responder a las aspiraciones de los trabajadores en cuanto a "la seguridad del empleo y el equilibrio entre la vida profesional y familiar", asegura el informe.
Por ejemplo, la OCDE critica abiertamente la reducción del tiempo de trabajo en Francia. No sólo es uno de los países menos eficaces en materia de empleo (los franceses son los que menos horas trabajan de los 30 países de la OCDE), sino que la ocupación no ha mejorado tras la introducción de la jornada máxima de 35 horas semanales. Tal aseveración choca con la realizada por la autora de la reforma francesa, la ex ministra socialista Martine Aubry, y sin duda le viene bien al actual ministro de Economía, Nicolas Sarkozy, en su intento de cargarse las 35 horas.
'Flexiseguridad'
Pero el corazón de la propuesta de la OCDE es el asesoramiento y la ayuda personalizada para encontrar trabajo a los que no lo tienen, a cambio de que éstos busquen "activamente" un empleo y pongan lo que puedan de su parte para mejorar su cualificación. Los autores del estudio llaman a esto "el sistema de obligaciones recíprocas" y elogian a Dinamarca, que hace compatible un generoso seguro de paro con un activo programa de promoción del empleo (aludido en el estudio con la palabreja flexiseguridad).
Eso sí: los gastos para los programas laborales representan cerca del 5% del producto interior bruto (PIB) en Dinamarca, casi el doble de la media que la OCDE dedica a esos menesteres. Un discurso difícil de casar con la reducción del gasto público predicada por la Unión Europea, sobre todo para los países más empantanados en cuanto a la situación laboral (Francia, Alemania, Italia).
El director de Asuntos Sociales de la OCDE, John Martin, reconoció que el sistema de "obligaciones recíprocas" puede implicar un aumento del gasto público "a corto plazo", pero se mostró confiado en que ayude a reducir los gastos públicos "a medio y largo plazo".
La OCDE pide a los Gobiernos que luchen contra la economía sumergida y el empleo no declarado, con inspecciones de trabajo y controles fiscales más eficaces. Y reiteran el llamamiento a hacer realidad la "formación a lo largo de toda la vida".
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