Del permiso vitalicio a la prueba por tres años

La concepción francesa del carné de conducir se basa en que este documento es vitalicio pero se puede perder a medida que se cometen infracciones o delitos. Cada carné tiene un crédito de 12 puntos, que la autoridad va retirando -previa sentencia judicial- a medida que se declaran probadas las conductas ilegales. Una vez agotado el crédito, el permiso queda anulado. Desde marzo pasado, el carné vitalicio ha dejado de serlo: los permisos nuevos se expiden "a prueba" por tres años y en ese tiempo el crédito es de sólo seis puntos.

Las pérdidas de puntos y las anulaciones de los permisos de conducir requieren una decisión judicial. Cuando el carné queda anulado, el conductor tiene que devolverlo físicamente a la prefectura (delegación del Gobierno). Hay casos en que el conductor al que se le ha anulado el permiso no puede sacarse otro durante un largo periodo de tiempo, ni siquiera examinándose de nuevo.

Se pierde un punto al rebasar en 20 kilómetros por hora la velocidad autorizada o llevar mal regladas las luces de forma que molesten a otros conductores; se restan dos por utilizar el móvil al volante; se sanciona con tres no llevar el cinturón de seguridad o casco, cuatro por no respetar un stop y seis por negarse al control de alcoholemia. La retirada del permiso puede decidirla la administración por un año, pero la anulación requiere sentencia judicial.