Maragall afirma que Cataluña tendrá prestigio internacional por la economía y no por la identidad

"El Gobierno cree que la mejor manera que tiene Cataluña de darse a conocer es a través de la economía", aseguró ayer el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, que en su segundo día de visita oficial a Marruecos se volcó en el comercio, una materia que tanta tinta y tópicos ha hecho correr sobre los catalanes. En Casablanca, el corazón de la locomotora económica marroquí, el presidente de la Generalitat afirmó que lo que dará prestigio internacional a Cataluña será "la economía y no las señas de identidad".

Maragall, en el que se considera su primer viaje oficial al extranjero, ha enmendado la plana de la política practicada durante el periodo pujolista. Ayer, en la inauguración de la plataforma empresarial del Consorcio de Protección Comercial Catalana (Copca) de Casablanca, hizo un discurso en las antípodas del que Jordi Pujol practicaba, todo un preludio de que en las visitas de Maragall al exterior las banderas españolas ya no serán incompatibles con las catalanas con pretextos de tinte o confección. El comercio, los negocios, la economía y lo que de todo ello pende -la cultura y los asuntos sociales- serán el buque insignia de la Cataluña maragalliana, en la que "los empresarios serán nuestra force de frappe", según confesó Maragall.

"Es difícil diferenciar entre economía y política", se sumó el consejero de Comercio, Consumo y Turismo, Pere Esteve. "La gran base de la presencia de Cataluña en el mundo es la social, la económica y la cultural", agregó un pragmático presidente de la Generalitat, que negó que exista un cambio de rumbo despolitizador. Pero la obstinación de los hechos se empeñaba en mostrar ayer que a 300 metros de la sede del Copca en Casablanca, en la misma calle de Zerktouni, una solitaria bandera catalana da cuenta de que allí se ubicó una suerte de embajada que, sin permisos del Gobierno marroquí y capitaneada por Àngel Colom, quiso mantener el último Ejecutivo de Pujol.

Pero la realidad también muestra que los 60 empresarios que acompañan a Maragall y a Esteve parecen estar más de acuerdo con el pragmatismo de la economía que con el mundo de los signos. Ayer se firmó un protocolo de colaboración entre la Cámara de Comercio de Barcelona y el Banco Central marroquí por el que se dan facilidades de financiación a quienes inviertan en Marruecos.

Maragall desayunó ayer en Rabat con el primer ministro, Driss Jettu, en un día de intensa actividad en el que también almorzó con empresarios catalanes en Casablanca, donde depositó una corona de flores en el monumento en memoria de las víctimas del atentado fundamentalista que costó la vida a 45 personas, cuatro de ellas españolas.

El terrorismo internacional ocupó parte de la agenda de Maragall, quien en su reunión con el wali de la región de Casablanca -gobernador regional que nombra el rey de Marruecos- se mostró dispuesto a brindarle una entrevista con el delegado del Gobierno en Cataluña, Joan Rangel. Por la noche, puso el broche cultural a la jornada con una cena privada con el escritor catalán Juan Goytisolo en Marraquech.