Aguirre y Gallardón ponen fin a su enfrentamiento por el poder en Metro

El pulso entre la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, acabó ayer en un apretón de manos. El acuerdo llegó después de tres días de un enfrentamiento a cara de perro entre ambos a causa de la pugna por hacerse con el control de la compañía Metro. Aguirre renunció a su pretensión inicial de hacerse con la mayoría absoluta en esa empresa pública; a cambio, logró que buena parte de las competencias ejecutivas, hasta ahora en manos de un cargo municipal, pasen a una persona de su confianza. Alcalde y presidenta almorzaron juntos para escenificar el acuerdo.

El enfrentamiento había llegado a tal extremo que el alcalde llegó a amenazar con sacar a la empresa Metro -donde controla el 75% de las acciones- y a la EMT -la empresa municipal que gestiona las líneas de autobuses urbanos- del Consorcio Regional de Transportes. Eso habría roto la política de unificación de tarifas y gestión conjunta del transporte público madrileño entre Comunidad y Ayuntamiento.

La presidenta Aguirre se mostró "enormemente satisfecha" con el acuerdo alcanzado con el Ayuntamiento sobre la composición del Consejo de Administración de Metro, y subrayó que lo que han hecho ella y el alcalde Ruiz-Gallardón es "defender" a sus respectivas "instituciones". "Somos personas del mismo partido, pero hoy representamos a instituciones distintas, y yo estoy muy satisfecha de que nos hayamos puesto de acuerdo sin que se considere que nadie obtiene una victoria ni una derrota". El equipo de Ruiz-Gallardón también se mostraba satisfecho por la solución del conflicto y por el resultado de la negociación.

Fuentes del PP aseguran que la dirección del partido no ha intervenido para llamar al orden al alcalde y a la presidenta regional.